sábado, 19 de marzo de 2016

Powerpuff Girls D 03

He estado sin internet unos días y ocupada en otros proyectos, por eso he tardado un poco más en subir el capítulo traducido ^^U


Aquí tenéis la versión original.

-Zöe Öz

jueves, 3 de marzo de 2016

miércoles, 2 de marzo de 2016

Episodio Piloto

Este es el primer esbozo redactado del Episodio Piloto de La cosa más tonta del mundo (necesito un título mejor...).

Episodio Piloto

El sol despunta en el horizonte y una brisa gélida recorre el lugar. Qué momento más poético para reunirse un puñado de pirados en busca de algo de atención ajena. No me miréis como a un monstruo, ser la narradora de las aventuras y desventuras de esta panda de capullos es agotador. Si me juzgáis, seréis igualmente juzgados.
Anda que empiezo bien la narración del piloto…
Recapitulemos.
Sí, está amaneciendo y hace un frío de mil demonios. No tanto como para que nieve, pero sí el suficiente como para que cierta jovencita de larga melena verde se arrepienta del atuendo que ha decidido elegir como “principal” para esta historia: una blusa de cuello de barco y mangas holgadas (milagrosamente son largas y así no vemos que tiene los pelos del brazo como escarpia) y una falda corta que, pese a tener dos capas, no calienta una mierda. Por lo menos lleva botas altas, por encima de las rodillas, por lo que tiene las piernas medianamente protegidas del frío general (no nos engañemos, las botas mantienen cierta cantidad de frío entre ellas y la piel de la pierna, así de majas son).
Esta jovencita en cuestión, para acabar de rematar su fantástico diseño de vestuario principal, creyó que sería una gran idea recogerse el cabello en una trenza. Cierto que para escenas de acción es más cómodo que llevar la melena suelte a merced del viento (¿alguna vez has intentado hostiarte con alguien mientras se te metía el pelo por la cara? No es agradable), lo malo es que a causa de esto, nota el fresquillo por los hombros y cuello descubiertos, completando de este modo su atuendo que, aunque mono, no abriga una mier…
Perdón, voy a tratar de narrar con un poco menos de vulgaridad en mi lenguaje. Ya va siendo hora que deje de hablar de mí misma (en realidad, he hablado poco de mí misma, ¿no?) y comience con la historia como Dios manda.
La jovencita de la que tanto hablo se llama Karen, es la protagonista de esta historia (o, por lo menos, a punta a maneras) y es quien ha citado a tantos personajes (ups, quiero decir, personas) en este curioso escenario: un prado cuya hierba se mece violentamente por las ráfagas de viento que van y vienen a su antojo, a lo lejos podemos apreciar una ciudad, mientras que al “otro lejos” se vislumbra, como ya se ha puntualizado anteriormente, el sol naciente.
Karen inspira profundamente, tratando de ignorar el frío que se introduce por su nariz al hacer esto, y da un paso al frente. Se halla en el centro de la reunión y se permite el lujo de, en un silencio impregnado de curiosidad y nerviosismo, observar a todos cuantos la rodean. Amigos y enemigos, personajes importantes e incluso extras que por casualidad han sido llamados a escena y que van a cobrar un plus por participar en este Capítulo Piloto.
-Creo que ya estamos todos –dice al fin, rompiendo el silencio con su vocecilla más bien aniñada. Hace una pausa dramática (la escena entera pide a gritos que lo haga) antes de continuar-. Supongo que todos sabéis por qué os he reunido aquí.
-Podemos hacernos una idea –replica un hombre vestido con una camisa arremangada y un cinturón con varios utensilios de peluquería colgando de su cintura, está cruzado de brazos y, aunque parece que esto se deba al porte badass que quiere ofrecer, en realidad es porque, como la mayoría de presentes, está muerto de frío.
¿Quién ha diseñado el vestuario de esta historia? ¿Conoce, acaso, el significado de las palabras “piedad” y “abrigo”?
-En tal caso –prosigue Karen, esbozando una sonrisa de lado-, será cuestión de comenzar.
Señala en una dirección y todos siguen con la mirada su dedo. Junto a ellos, acaba de aparecer una especie de escenario de piedra, un palmo de alto es lo que mide (lo suficiente para sobresalir por encima de la hierba) y, a un lado, se alza una enorme pantalla con un montón de rostros y nombres, ininteligibles desde la posición de nuestros personajes.
-¡La parrilla de luchadores está preparada! –anuncia Karen, con una visera rosa que ha aparecido gracias a alguna clase de magia abstracta (o absurda, que todo es posible) y ahora se encuentra junto a una pequeña mesa de plegable, con un pie sobre ella y agarrando con fuerza y emoción un micrófono, como si de un comentarista de wrestling se tratara- ¡¿Quiénes serán nuestros primeros campeones en entrar en el campo de batalla?! –exclama alegremente, mirando directamente a cámara, como si los lectores/espectadores pudieran responder algo coherente.
Vítores y aullidos se alzan entre el público que observa expectante el susodicho campo mientras una chica demasiado mayor para vestirse de sweet-lolita, parasol hortera incluido,  se acerca al centro con paso firme, segura de sí misma. ¿Dónde quedó la sweet-lolita cliché, que es imposible de comportarse de forma cuqui y adorable allá a donde va?
La susodicha no tan jovencita mira a cámara y lanza un beso en algo parecido a una mezcla de coqueteo y timidez. Creo que ahí está el cliché del que hablaba, aunque casi habría preferido no obtener respuesta…
Sin embargo, la atención de todos, la de esta humilde narradora incluida, se aparta al poco de la lolita para buscar por doquier de dónde viene ese extraño silbido que surca el aire como una irritante aguja.
Una explosión en medio del campo de batalla pilla desprevenidos a todos los presentes, que observan asombrados quién es el artífice de tan increíble (aunque un tanto típica) entrada. Cuando el humo se disipa y todos recuperan la visión (¿a quién se le ocurre provocar una explosión con gente tan cerca?), una exclamación colectiva es sofocada ante la imperial presencia de un pequeño polluelo negro con medio cascarón en la cabeza, al más puro estilo Calimero excepto por un detalle: está pintado como si de una prenda de camuflaje se tratara.
¿Quién es este pollo negro enano? ¿Es él quien pretende luchar contra la sweet-lolita? Huelga decir que es una imagen peculiar, aunque yo apostaría por la chicle-hortera.
-¡Ya tenemos a nuestros dos combatientes! –anuncia Karen, gritando a pleno pulmón muy emocionada- ¡A un lado tenemos a la Princesa Hortera!
Parte del público grita emocionado, también hay quien aplaude confundido por la imagen general del futuro primer combate. Algunos han dejado de tomarse todo esto en serio desde que fueran llamados para un torneo de lucha que promocionara la serie y a la vez sirviera de Capítulo Piloto. Esos son odiados por todos y tienen un cartel encima de ellos que reza “GILIPOLLAS INCRÉDULOS”.
La aludida mira con cara de malas pulgas a Karen, ya que Princesa Hortera no es su auténtico nombre (aunque podría serlo, sin lugar a dudas. De hecho, fue uno de los nombres que se barajó durante su diseño. Es broma. Bueno, más o menos…).
-¡Al otro lado, tenemos a Erchi Pollobollo! –continua Karen, que de repente lleva una camiseta que dice I Erchi.
Parece que alguien las está repartiendo entre el público… ¡Oh! ¡Es el propio Erchi! Maldito pollo negro enano ninja, siempre un paso por delante de lo que la narradora sabe. ¡Deja de comprar al público y date de hostias con la Chicle-Hortera!
La Princesa Hortera (llamémosla así por el momento) y Erchi miran a cámara. Ella parece estar muy enfadada, supongo que todavía por el tema del nombre, él no sabría decir, ya que su “casco” le tapa los ojos, y un pico acostumbra ser algo bastante inexpresivo.
Gracias a alguna clase de efecto visual, la escena prosigue con el storyline como si tal cosa. El combate está a punto de comenzar, tan sólo debe sonar la campana y ambos luchadores se lanzaran violentamente el uno contra el otro, para presentar la primera de las peleas de este encuentro.
Karen agarra un mazo, que más bien parece un barril de cerveza pegado a un bate de béisbol, y le arrea un buen mamporro a la campana con él, rompiendo por el camino la susodicha campana y la mesa en la que estaba. Aunque nada de esto impide que grite durante la ejecución de su desastroso golpe:
-¡Que comience el combate!
La Princesa Hortera agarra con fuerza su parasol, plegado en este momento, y corre hacia el centro del campo de combate, dispuesta a asestarle un pasarolazo a Erchi. Por su parte, Erchi flexiona sus patitas y sale disparado como un rayo contra su contrincante, dispuesto a… no sabría decir qué se propone, tal vez… por las velocidades que lleva… ¿querría atravesarla?
-¡SPOILERS, NO! –grita Karen, tapando la escena con su cara para que nadie sepa cómo demonios finaliza este combate que prometía ser, como mínimo, algo curioso de ver. Tal vez hasta digno. Quizás épico. Ahora nunca lo sabremos…
-No te hagas el idiota, que ya sabes lo que va a pasar cuando la Chicle-Hortera y Erchi se encuentren en la historia –replica Karen, que se sienta en el suelo y se cruza de brazos y piernas.
Karen, déjame decirte dos cosas: primero, aunque sea narrador omnisciente en esta historia, prefiero que te dirijas a mí en femenino, gracias. Segundo, si te sientas así, se te ven las bragas.
Enseguida se sienta de modo que no se le vean las bragas y sigue mirando a pantalla, enfadada.
De acuerdo, Karen, tú dirás qué hacemos ahora. Estamos en el piloto de tu historia, ¿sabes?
-Ya lo sé –replica ella, como una niña de cinco años-. Por cierto, ¿al final qué va a ser esto? ¿Novela? ¿Comic ¿Serie de animación?
Me parece que el formado se describe por sí mismo. Dejemos de lado las obviedades, querida…
-Ya, bueno. Entonces, haz algo que distraiga a mis fans, algo que los enganche a esta historia. Por cierto, a mí también me tienes que convencer, porque todavía no he firmado nada y no sé si lo haré.
Q…¿Que no qué? No me vengas con tonterías. Agárrate esas mini tetas que tienes, porque ahora viene lo bueno.

En una enorme casa de estilo oriental, Karen observa a un puñado de carpas de colores nadar felizmente en un estanque. Se escucha una especie de fru-frú a su lado y al mirar encuentra una caja. En su interior, halla un pergamino muy ricamente decorado.
-Oh, esto me suena –murmura Karen, mientras lo desenrolla con curiosidad.
De pronto, la luz más brillante que jamás ha brillado en este mundo, ciega toda visión. Al cabo, el pergamino se halla cortado en varios pedazos y Erchi, el pollo negro enano ninja, envaina la espada con la que acaba de cortar el pergamino.
-¡¿Qué coño haces, Erchi?! –grita Karen, muy irritada.
-Salvarte de leer esa mierda –replica Erchi, con una voz tan sensual e increíblemente guay, que es imposible seguir enfadado con él mucho tiempo.
-No entiendo por qué leer ese pergamino puede ser algo malo –confiesa Karen, que intenta juntar los dos pedazos de pergamino para poder seguir leyendo.
Erchi se lleva una ala a la cabeza y suelta un sensual y frustrado suspiro. Después de escuchar su voz, todo en él parece muy sensual, pese a ser un pollo.
-¿Cómo se titulaba el pergamino?
-“El Camino a la Abstracción” o algo así.
-Y ¿qué es la Abstracción?
-¿Algo así como la técnica de lucha más guay del universo?
-A parte de eso…
-¿Qué otra cosa puede ser?
Erchi agarra a Karen de la pechera y le asesta una bofetada.
-¡Las Artes Abstractas son las artes marciales más letales y peligrosas del mundo, cacho lerda! Sólo con leer uno de sus pergaminos sagrados, toda la desgracia del mundo puede caer sobre ti como una jodida lluvia de plomo.
Guau, eso es muy heavy, ¿no?
-¡Exacto! –Erchi mira a cámara un segundo y después suelta a Karen y se sienta sobre un cojín al estilo sensei.
Espera, ¿cuándo ha cambiado el escenario y hemos entrado en una sala de entrenamiento?
-Antes de meterte en las Artes Abstractas, deberías perfeccionar las artes marciales que ya conoces, polluela.
Karen se arrodilla ante él dramáticamente (¿está llorando?).
-¡Enséñame, Erchi-sensei! –ruega.
-¡Idiota! –grita Erchi, que de pronto está haciendo surf sobre la ola del famoso gravado de Ukyo-E- ¡Para ti, soy Pollobollo-sensei! O, tal vez… -de repente, Erchi se acerca a Karen (¿dónde están las olas?) y acaricia su mejilla con cariño- también puedes llamarme “hermanito”.
Karen se sonroja como si esto fuera un anime para niñas y sonríe, sus ojos con mil brillantitos y apunto de anegarse en las lágrimas más puras jamás vistas.
-¿Hermanito?
Esto se está poniendo un poco chungo y la gente espera un poco más de acción. Queda poco para que el Piloto finalice y aquí nadie ha entendido todavía de qué coño va, en general, esta historia.
Erchi y Karen miran a cámara, blancos como la nieve virgen de las montañas más altas del mundo.
-Mierda, es verdad –murmuran al unísono.


Año 2xxx. Los comúnmente llamados Liga del Mal (Agüero) han conquistado todo el país hasta convertirlo en el Imperio Milimétrico. Nada que no esté en su larga lista de leyes está permitido, ni siquiera a medias o una cosita chiquitita que se salga un poco de madres. El Imperio vive las veinticuatro horas del día temiendo quién será el siguiente en ser destruido por cagarla ligeramente con unas leyes tan estrictas y, ¿por qué no decirlo y así caer en la redundancia?, milimetradas.
Karen Pollobollo, una joven con firmes ideales, está decidida a desobedecer una de las más grandes, pesadas e importantes leyes: ir en busca del secreto de la Abstracción, un antiquísimo tipo de arte marcial que quedó totalmente prohibido al implantarse el Imperio.
Pero a Karen le importa todo eso una mierda, porque es de ideas fijas y está emperrada en dominar las Artes Abstractas. Y así empieza su viaje por todo el Imperio Milimétrico, en busca de algún indicio, un diminuto recuerdo o pista que la lleve hasta su ansiado objetivo.
Una serie de aplausos sigue a la bonita sinopsis que acabo de improvisar. Karen y Erchi, sentados cómodamente en unas butacas, con un enorme paquete de palomitas cada uno, parecen satisfechos con mi reciente explicación.
La narradora de esta historia, cuando quiere, es la leche.
… Espera, ¿quién ha narrado eso?
Erchi y Karen miran a cámara, también confusos.
-Yo he escuchado una voz que era como la de la narradora… pero que no era la de la narradora… -afirma Karen- ¿Eso es normal? A lo mejor se me ha ido la chola… ¡¿Estoy pirada?! –zarandea a Erchi.
-También lo he oído y yo no estoy pirado –replica Erchi, que parece no inmutarse con los viajes que le está dando Karen
¿Por qué todo el mundo se sorprende cuando descubre al segundo narrador?
Vale, no me jodas, eso asusta.
¿Te asusta ser narradora y al mismo tiempo ser narrada? Eres un amor…
Fuera de aquí. Esta historia me pertenece, ¡ningún “segundo narrador” puede entrar a narrar en ella lo que le venga en gana!
Al parecer, yo sí que puedo.
*Ruidos extraños de sierras y disparos* (espero que nadie se dé cuenta de la presencia de este silencioso y humilde tercer narrador).
Bueno, ya está toooodo solucionado.
-¿Has… matado al segundo narrador? –a Karen le cae una gota de sudor por la frente, un poco asustada.
¿Yo? ¿Matar a alguien? Si soy la narradora más amable y generosa del mundo. ¡Jamás podría pensar siquiera en matar a alguien!
-Vaaaale… -Karen se inclina hacia Erchi disimuladamente- Hermanito, más vale que hagamos una actuación de diez en esta historia, o me veo con la cabeza rodando por ahí. Y aunque sería algo curioso de vivir, no sé si podría… ya sabes… vivir para experimentarlo plenamente…
-¿Eso contenía algún chiste entre líneas o no te has dado cuenta de las palabras que escogías al hablar?
-Bueno, un poco de todo –Karen se rasca la nuca, un poco avergonzada, estilo Shin-chan.
Erchi se levanta y centra la cámara principal en él.
-De acuerdo –se aclara la garganta-. Me llamo Erchi Pollobollo, soy el heredero del Clan Pollobollo y el hermano mayor de Karen, la lerda de pelo verde de ahí detrás –señala a Karen, que observa la cámara a lo lejos sin enterarse de nada (es tan feliz, ella…)-. Si quieres saber POR QUÉ COÑO un pollo y una humana son hermanos, ya tienes una excusa para seguir con esta historia, porque esto sólo ha sido el Piloto, como ya se ha dicho varias veces. Si quieres saber A SANTO DE QUÉ venía este Piloto, ya tienes otra excusa.
Erchi bosteza y se sienta en una butaca. De repente tiene un lazo atado al cuello, como si fuera un peluche.
-Tienes mil excusas para seguir leyendo esta historia y no sólo quedarte con el Piloto. Seguramente estás pensando algo tipo "¿qué coño es esto? ¿Dónde me he metido?”. Es comprensible. Ahora, hazle un favor a la narradora pirada-asesina-psicópata y déjale un comentario de ánimos, ingenioso o, simplemente, con tu humilde opinión para que no comience a matarnos, uno a uno,  a todos los personajes de esta historia que apenas acaba de empezar a ver la luz.
Erchi se asoma desde el escote de Karen.
-¡¿Cómo coño te has metido ahí?! –grita Karen, sorprendida y con la cara roja como un pimiento porque, como es de comprender, nadie se esperaba esto, aunque ya se ha recalcado en varias ocasiones la descripción básica de Erchi: pollo negro enano ninja (alguien no prestó suficiente atención a la parte del "ninja”).
-¡A callar! -Erchi tapa la boca de Karen con esparadrapo y vuelve a mirar a cámara- Los Caminos de la Abstracción sin inescrutables. O eso dicen...

Fin del Episodio Piloto
-Zöe Öz

lunes, 29 de febrero de 2016

Powerpuff Girls D 01.5

Especial intermedio entre el primer y segundo capítulo del doujinshi. A mediados de semana tendréis el segundo capítulo :)


Aquí tenéis la versión original.

-Zöe Öz

domingo, 28 de febrero de 2016

¡La cosa más tonta del mundo!

Hace muuuuucho tiempo, comencé a escribir una de esas historias de "escribe lo primero que se te pase por la cabeza", ya sabéis, algo random y con poco sentido. En aquel momento, titulé dicha historia "La cosa más tonta del mundo" ya que no se me ocurría otro nombre, y así la he llamado siempre que me refería a ella.

Hace algún tiempo, tuve un formateo muy grande de ordenar y disco duro externo, por lo que perdí inevitablemente lo que tenía de esta historia. Para mayor desgracia, resulta que había borrado los capítulos que había subido a FanFic.es, por lo que no pude recuperar absolutamente nada de esa historia.

Hace poco, comencé a pensar en ella y, maldita sea, era realmente divertida de escribir. Así pues, e impulsada por mi pareja, decidí retomar esta historia y, ¿por qué no?, convertirla en comic.
Puede que la termine o puede que me quede a medias, pero quiero intentarlo.

Actualmente estoy escribiendo un Capítulo Piloto, para ver hasta qué punto puede funcionar este proyecto.

Y, cuando tenga las primeras páginas del comic, las subiré en este blog. Espero que el proyecto funcione, porque le tengo muchas ganas (el humor absurdo me pierde).

Sinopsis:

Karen Pollobollo, una joven con firmes ideales, está decidida a desobedecer una de las más grandes, pesadas e importantes leyes: ir en busca del secreto de la Abstracción, un antiquísimo tipo de arte marcial que quedó totalmente prohibido al implantarse el Imperio.
Pero a Karen le importa todo eso una mierda, porque es de ideas fijas y está emperrada en dominar las Artes Abstractas. Y así empieza su viaje por todo el Imperio Milimétrico, en busca de algún indicio, un diminuto recuerdo o pista que la lleve hasta su ansiado objetivo.

-Zöe Öz